por Alfredo Lindley-Russo
¡Es una reacción automática! La palabra “patente” está asociada a los objetos
novedosos, los avances en la tecnología o los nuevos fármacos. No se nos ocurre pensar que
un dibujo o un diseño podría ser objeto de protección mediante el sistema de
patentes. En todo caso, una
configuración bidimensional como sería un dibujo, más parecería un ser modelo
industrial (aquí)y(aquí) y hasta una obra protegible por el Derecho de Autor.
Pero, aunque parezca mentira un dibujo sí puede ser patentable como
un invento y, como tal, puede ser protegido por
veinte (20) años desde la fecha de su solicitud a registro. El ejemplo perfecto, lo
encontré hace unos días en una noticia publicada en Publimetro,
según la cual un grupo de investigadores de la Universidad Occidental de Australia
y diseñadores de la empresa SAMS acababan de
crear (luego de un par de años de inversión en investigaciones y pruebas)
dos modelos de wetsuit capaces reducir el riesgo de ataque de tiburones tigre.
Uno de ellos (el modelo ‘Elude’), utiliza la “coloración
perturbadora” del mar y fue diseñado para que, quienes bucean y practican
snorkell, se confundan en el fondo del mar volviéndose "invisibles a los ojos del tiburón. El otro (modelo ‘Diverter’) es para
surfistas, y cuenta con rayas blancas y negras que asemejan a peces venenosos, logrando
así disuadir a los peligrosos escualos.
Siempre que dichos diseños, cumplan con los tres requisitos exigidos por
nuestra legislación, podrán acceder a una patente. Es decir, si estos nuevos
diseños, resultan ser novedosos (es decir, que no se encuentren en el estado de la
técnica), tener nivel inventivo (no sea obvia) y ser susceptibles de
aplicación industrial (es decir, de ser usado en cualquier tipo de
industria) podrán beneficiarse del derecho de exclusiva que concede el sistema
de patentes.