8.31.2009

Apple Cocktail

Por: Viana Rodríguez

Cuando yo era niña podía pasar varias horas a la semana limpiando mis discos de vinilo, mirando el diseño de las fundas y ajustando la aguja del tocadiscos (cuando se desgastaba había que ponerle una moneda encima para que baje del todo). Hoy, entro a iTunes y sólo compro la canción que quiero y si un disco me gusta mucho, mucho, pues recién me compro el CD.

El concepto de “álbum como un todo” está desapareciendo. Los usuarios de ahora no son tan románticos como los de antes y no necesitan de una colección de soportes (CD) para llenar estantes. Las ventas de CD han caído un 25% el año pasado y con ello se han perdido 71 000 empleos.


Una crisis similar (y yo creo que hasta peor) se dio cuando apareció el formato digital (MP3, WMA, etc.). En ese momento el sector discográfico se paralizó y esa inamovilidad les costó muchísimo. Cuenta la leyenda que cuando vieron que esa “moda” no iba a pasar, se reunieron con Steve Jobs (presidente de Apple) para ver si podía darles una solución, algo quizás como una medida para que dejen de copiarse los CD con tanta facilidad. Steve Jobs dijo que lo iba a pensar y creó el iPod y iTunes!. Y nuevamente las empresas discográficas se quedaron en la calle sin saber que hacer.


Ahora, han recurrido una vez más a Steve Jobs. Esta vez para que les dé una solución que les permita poder vender nuevamente álbumes. Y es así como dentro de poco, verá la luz el nuevo proyecto de Apple: Cocktail.


Cocktail va a ofrecer en el paquete de descarga de todo el álbum: música, videos, imágenes, entrevistas con los artistas, letras, contenido interactivo, etc. Es decir, le dará el plus al usuario para que se anime a comprar la totalidad del álbum.

¿Será ésta la muerte del CD?

Por Alfredo Lindley-Russo

Comenta Andrew Robinson, presidente del Partido Pirata de Gran Bretaña, el UK Pirate Party: “uno debe teóricamente pagar derechos a la Recording Industry Association of America para poder cantar el "Happy birthday to you". La canción está protegida por derechos de autor hasta el año 2030. Esto constituye una prueba de que, en su forma actual, el derecho de autor es inadaptado para nuestras sociedades porque es exageradamente favorable a las empresas”.

Entre el día de hoy (28 de agosto) y el domingo (30 de agosto), se celebran 5 cumpleaños de gente amiga: dos primos hermanos, dos amigos de la maestría y una amiga del trabajo. Supongo que ahora todos ellos (que espero estén leyendo este post) se deben estar preguntando cuántos cumpleaños han dejado de pagarle a APDAYC. Y, si en caso tienen algún amigo que trabaja o representa a esta asociación, deben estar pensándolo dos veces antes de invitarlo para verlos apagar las velitas (que por delicadeza, no pregunto cuántas son). Pero ¡no se preocupen amigos míos! en términos generales no habría de qué preocuparse, pues estarían haciendo uso de la canción en el ámbito privado, por lo que no corresponde hacer pago alguno. Pero, ¡cuidado!, si pretenden usar el "Happy Birthday" en un restaurante o local alquilado; será mejor que consideren la posibilidad de alistar la billetera… o de revisar sus listas de invitados.

¿Suena exagerado, verdad? Tal vez igual de exagerado como intentar cobrarles a los organizadores de un campamento, por las canciones que los niños cantan alrededor de la fogata, como sucedió hace algún tiempo en los Estados Unidos.

¿Es posible que Robinson tenga razón? y que, a veces, los derechos de autor, en lugar de proteger al autor, están perefilados para el beneficio del productor.

Los derechos de autor están pensados para que productoras puedan solventar los gastos del soporte (LP, cassette, CD, etc.), mano de obra, costos de distribución, etc. Se dice que sin derechos de autor, al no existir un beneficio económico, no habría incentivos para la creación. Pero hoy por hoy el autor bien podría colgar su canción en la Internet y ahorrarse estos costos. ¿Quién pierde? El productor de discos que no tiene a quién vender, porque las canciones ya fueron bajadas de la web.

Y es que al común denominador de la gente (salvo algunos románticos) no le interesa tener 1000 en un CD. Ellos prefieren tener 1000 canciones en un solo iPod. Entonces, hoy en día el negocio ya no es la venta de CD, sino los conciertos. Y no nos referimos solo a conciertos masivos a nivel internacional como el de Prince, quien sacó un disco nuevo en Inglaterra y lo regaló con el periódico del domingo, obteniendo como resultado que en su siguiente concierto se sorprendiera de los niveles de audiencia. Sino más cercanos a nuestra realidad, nos referimos también a la inmensa industria de la música vernacular. Los cantantes de huayno, por ejemplo, hacen copias de sus CD y no les interesa tanto que los pirateen. De hecho, sus canales de comercialización más importantes están en lugares donde se venden discos "piratas" (el Hueco, Polvos Azules, etc.) y eso les ayuda a hacerse conocidos, al llegar a la mayor cantidad de público posible. Así cuando hacen un concierto, la concurrencia misma les reditúa beneficios (además de incentivar el desarrollo de negocios paralelos, como el de la cerveza que se valen de las marcas que identifican un origen determinado: como Abencia Meza). Todo esto puede resultar poco rentable para algunos (productoras tradicionales) y beneficioso para otros (cantautores y público en general).

Los negocios se deben reinventar. En la Internet ya se está empezando a colgar películas gratis, de manera legal. Nokia está sacando celulares donde se puede descargar música gratis durante un año y el consumidor no percibe que las paga en el teléfono (pero las paga igual). En Japón la industria editorial está desarrollando un nuevo género literario: el "ketai shosetsu" o novela para el celular de literatura (que será materia de un próximo post). La compañía de software sueca Global Gaming Factory X adquiere el portal sueco "The Pirate Bay", con mira a impulsar un nuevo modelo de negocio P2P con "compensación" a los suministradores de contenido y los dueños de la propiedad intelectual.

No debemos tenerle miedo al cambio. Así como ya pasaron los años del fonógrafo, hoy estamos frente a una nueva realidad digital que exige a los derechos de autor una adecuación. Siempre habrán –como dice Umberto Eco, uno de los 20 intelectuales más influyentes del mundo- “Apocalípticos e Integrados”… yo me considero un integrado ¿y ustedes?

8.26.2009

Bansky Parade

" Hombre desnudo". Bansky. Pared de una clínica
de enfermedades sexuales, Park Street, Bristol, Inglaterra.


Por: Viana Rodríguez


Yo no sé que pensarán ustedes desde el aspecto estético, pero para mí los graffitis son obras con todas las de la ley. Obras en la vía pública, que utilizan las paredes como lienzo.

Obviamente estoy hablando de los grafittis de verdad y no de las pintas con aerosol que dejan algunos que desean ver su nombre o su chapa inmortalizada hasta la siguiente limpieza municipal de paredes.

Ahora hago un breve paréntesis: Así como existen los derechos de autor, existen límites a esos derechos, tales como la comunicación pública en el ámbito doméstico (poner música en tu casa para armar un tono) o la reproducción de obras agotadas para uso personal (como sacarle copia a un libro de edición agotada), etc.

Dentro de estos límites se encuentra el de reproducción de obras situadas en la vía pública. Es decir, que cualquiera podría tomar una obra que se encuentre en la calle y usarla libremente, pero bajo ciertas condiciones:

[Vacas en Madrid (Cow Parade) Autor: Alotor.
Licencia CC.]

1.Que estas obras tengan la calidad de permanentes en la vía pública (o al menos tener “voluntad” de serlo), por lo que el Cow Parade no valdría, ya que a las vaquitas las van a sacar de la calle cuando se acabe la exposición.

2. Que la reproducción se dé por medio diferente al original, es decir, a una escultura le puedes sacar una foto, pero a una foto no le podrás sacar otra foto.

3. Que se indique el autor, título y lugar donde se encuentra la obra.


¿Y en qué te puede beneficiar todo esto? Pues puedes sacarle una foto a la obra e incluso comerciar con ella (de ahí vienen las benditas postales), sin pedirle autorización al autor.

Sin embargo, no queda claro si se tiene que pagar al autor (en otros artículos de la Ley de Derechos de autor se determina “sin autorización del autor y sin pago alguno”, aclaración que no se presenta cuando hablamos de obras en la vía pública).

Entonces ustedes consideran que si yo le saco una foto a un graffiti de Bansky y luego la imprimo en miles de polos y los comienzo a vender, ¿estaría amparada por el límite? ¿Considerarían justo que no le pagara un cobre al genio de Bansky?


DESCARGA LA ENTREVISTA COMPLETA


Por: Daniel Sumalavia

La cantautora peruana Caroline Cruz, nos abrió las puertas de su casa, para concedernos la primera entrevista de Por Piedad Intelectual y nos cuenta su experiencia musical, desde su paso por Cementerio Club, los caminos recorridos por Silvio a la Carta, Cantautoras y sus dos producciones como solista Árbol Blanco y Velocidad, anécdotas y los últimos acontecimientos de la carrera musical de una artista en constante evolución.

D.S.: Caroline, si hacemos una retrospectiva en tu carrera y vamos a tu primera experiencia de grabación con Cementerio Club, con la producción denominada “La Maqueta” (1996) ¿En qué formato se graba esta producción y cómo se manejo su difusión?

C.C: Grabamos “La Maqueta” en un multitrack, que tenía José Arbulú en la sala de ensayo que utilizábamos en la casa de Pedro Solano, (…) un amigo mío de la facultad de comunicaciones (PUCP), Lalo Mejía, hizo la carátula (…) y estaba grabado en casette. En cuanto a la difusión, de la parte de la prensa, se encargó una persona increíble que se llama Roberto del Águila; (…) había mucho interés en la banda nueva, tuvo un montón de cobertura de prensa gráfica. En radio no fue tan fuerte, recuerdo que sonó en Doble Nueve y en Radio Miraflores, pero nada más.

D.S: De hecho del cassete a los nuevos formatos han cambiado muchas cosas…

C.C.: Lo malo es que la falta de apoyo en radio no ha cambiado, yo tengo dos discos y voy por el tercero y no tengo ninguna expectativa de que mi música vaya a sonar en radio, como tampoco la tienen muchos de mis colegas músicos actualmente. En cuanto a lo bueno, el formato ha cambiado mucho, antes uno tenía que grabar los cassettes uno a uno y nosotros mandamos a hacer un multicopiado de cassettes, creo que fue una edición como de 100 cassettes, había alguien que se encargaba de fotocopiar las carátulas y poner las etiquetas.Ahora, mi próximo disco yo lo voy a lanzar por internet, ya no voy a tener que invertir en CDs (…) y quienes lo quieran en este formato lo podrán tener pero será super personalizado.

D.S: Entonces hay poca expectativa en cuanto a la radio como medio de difusión, cual es la alternativa…

C.C.: Sí, ahora está la posibilidad de la radio por internet, que me parece una alternativa bastante democrática y la experiencia que he tenido recientemente es que una de mis canciones (Zapatos para caminar en el sol) fue seleccionada para concursar en la sección Tú Decides de la radio (online) Top Latino, ganándole a un tema de la chilena Nicole Natalino ex integrante de Kudai.

Para mí esa experiencia ha sido excelente, porque he sentido que esta radio se interesa por mi música y la puede pasar.

D.S: Entre “La Maqueta” y tu primer disco como solista “Árbol Blanco” se da el cambio de formato de Cassette a CD, pero lo que siempre estuvo allí la piratería…

C.C: Un cassette siempre ha sido más caro que un CD, (…) se redujo mucho el tiempo para grabar, con el cassette demoraba bastante a pesar que en algunos casos se tenía equipos para grabar a alta velocidad o en multigrabado como tuvimos nosotros con Cementerio Club, pero con un CD es casi automático y esto de hecho para un pirata también es muchísimo más rápido y rentable.

Creo que a muchos músicos peruanos no nos ha preocupado tanto el tema de la piratería, excepto a artistas que si se les escucha en otros medios, como en la televisión o la radio por ejemplo, que por cierto aquí son muy pocos.

Hay una dualidad también con la piratería, si uno va a tocar a Cajamarca o a Tacna y se llena el auditorio, es porque tuvieron acceso a los discos piratas, por que como hay muy poca difusión por radio o televisión, es a través del pirata que consiguen la música, llenas un concierto, pero la desventaja es que todo el mundo va a comprarse un disco pirata y tu ya no vas a ver el beneficio económico por esos discos si es que tú los vendes, pero si los vende una tienda de discos en realidad al artista le da lo mismo, porque uno acuerda la venta de los discos y por cada disco que uno vende recibe un porcentaje mínimo, con lo cual buena parte de la preocupación por la piratería es más del intermediario que del artista, yo prefiero vender mis discos directamente.


D.S: Ahora con el internet tienes cuenta en todo lo que existe, myspace, facebook, site, blog, twitter, canal en youtube, second life, como fue ese tránsito…

C.C: Cuando yo saqué mi primer disco, “Árbol Blanco”, hice una lista de todos los amigos que vivían en el extranjero, eran como 25 y a cada uno de mi plata les mandé mi disco, llegó a Japón, a Australia, a España, a Alemania, Estados Unidos, gasté un montón de plata, pero no sabes la ilusión que tenía de que el disco llegara a sus manos, que tuvieran con ellos mi disco, porque cuando salió “Árbol Blanco” todavía no era tan sencillo mandar un mp3.

Cuando sale mi segundo disco, “Velocidad”, justo estaba saliendo MySpace; me encuentro un día con Pelo Madueño en el chat y me dice “¿Por qué no tienes cuenta en MySpace? Mira entra al mío y sácate uno” y efectivamente entré, (…) entonces ya con estas ventajas, el disco “Velocidad” no se lo tuve que mandar a ningún amigo por Serpost como la primera vez, que demoraba once días, ahora les di mi dirección en Myspace y les dije que bajaran las canciones.

Luego se dio la presentación en el programa Jammin y grabamos los videos y los subimos todos al canal de Youtube (…) yo sentía que necesitaba estar afín con la tecnología, porque mi necesidad de que la música viaje, vuele y sea compartida es tan fuerte, que no me importa el soporte (…) si vienen y quieren comprar un disco mío genial, pero si un día vienen con un usb, se los voy a grabar ahí también.

D.S.: Justo escuchaba hace poco en una radio online, a la vocalista de la Quinta Estación que contaba que un día le dieron a autografiar un CD pirata, y que ella reaccionó rompiéndoselo en la cara y diciéndole que se lo podía guardar en un lugar irrepetible, ¿tú qué harías si alguien te trae un disco pirata para autografiarlo?

C.C.: A mí me parece mostro que la vocalista de la Quinta Estación se queje, lo que no me parece bien de la piratería es que un tercero se beneficie conmigo, como artista me encanta que mi música se difunda, pero cuando soy consciente que hay un tercero que está ganando la plata que yo debería haber ganado, me enfurezco y eso es una dualidad que tenemos los artistas, cuando estás en un medio como el Perú donde las radios no te pasan y tienes tanta ansiedad porque tu música se escuche, porque sino lo que haces no existe, se queda encerrado en cuatro paredes, llegas a aceptar la piratería, pero sabes que no está bien, (…) prefiero copiárselo yo misma, pero yo necesito sentir que tengo control sobre eso, que horrible debe ser sentir que no tienes ningún control sobre tu propio arte.

D.S.: Ahora que hablabas de los fanáticos, ¿Cuál ha sido el lugar más raro del que te haya llegado información de gente que gusta de tu música, cuál ha sido tu anécdota más rara?

C.C.: Tengo un amigo japonés, que no sé cómo llegó a mi música y me escribió en un español malazo, (…) no nos pudimos entender como por dos años. (…), pasaron los años y ha aprendido a hablar español y escribe en español, aprendió el idioma, por mi música y además también le empezó a gustar Silvio Rodríguez y luego de eso ha conseguido un trabajo donde él ayuda a inmigrantes latinoamericanos como voluntario.

Una vez también recibí un regalo de un fanático que fue realmente hermoso, era un poema, con fragmentos de las letras de mis canciones, era bien bonito y él le había dado su propia interpretación, ningunas de las canciones seguían siendo mías se volvieron de él, era como un collage.

D.S.: Ya en medio de la onda cibernética, has sido la primera artista peruana en tener un concierto en Second Life, en realidad, tuviste ya el segundo concierto en fiestas patrias, ¿Como fue esa experiencia?.

C.C.: Yo llego a Second Life, por un interés académico y de investigación, dicto un curso en la facultad de Comunicaciones de la Pontificia Universidad Católica que se llama “Producción de materiales audiovisuales para el desarrollo”, (…) Uno de los temas de mi clase era el grupo Avatar Pucp, (…) son un grupo de psicólogos, alumnos, comunicadores, diseñadores y el próximo ciclo uno de mis cursos va a ser uno de los curso piloto, con mis alumnos de comunicación audiovisual, donde vamos a tener una clase por Second Life.

(…) Un día en una reunión hablábamos de que había que celebrar el aniversario de Linden Lab, creador de Second Life, (…) el día que le correspondía al Perú era el 28 de junio y me ofrecieron presentarme y tocar, acepté pensando que iban a ser dos canciones, igual preparé unas 7 canciones por sea caso, comencé a tocar y mucha gente se quedó siguiendo el concierto y los chicos de Avatar me decían que no podía parar, que tenía que seguir tocando, tocamos una hora y media, toque muchas canciones, no escuchaba los aplausos, pero sabía que había mucha gente escuchando por todo el feedback que me daba María Laura, que me decía desde afuera que se había quedado gente sin poder entrar o que me estaban aplaudiendo.
D.S.: Este concierto significó un hito, porque en el Perú nunca se había hecho nada parecido…

C.C.: En el Perú no, yo antes del concierto revisé conciertos que ya se habían realizado, vi que los integrantes de U2 tenían sus avatars y pensé que yo iba a hacer algo así, es una pena que esto no haya tenido la publicidad que han tenido otras presentaciones, fue un poco por lo rápido que surgió todo, de hecho salió una nota en Punto Edu. (editada por la PUCP), pero no tuvo la publicidad que hubiéramos esperado…

D.S.: Y el 12 de agosto, el primer concierto por Top Latino, íntegramente por y para internet …

C.C.: Mira, ya se ha hecho antes un concierto de un grupo peruano en un local público que se filma con una cámara y se transmite por internet, eso sí se ha hecho, pero lo que hemos hecho ahora, es una casa acondicionada como un set de televisión, con un árbol blanco, con toda la tecnología para poder hacer la transmisión nunca, a mí lo que más me alucina que el internet soporte una buena calidad de video y de audio en tiempo real.

Cuando yo quería hacer mi concierto de agradecimiento, por la gente que voto en Top Latino cuando ganó “Zapatos para caminar en el sol”, mi idea de hacer un concierto era, en un local público, con una cámara y que se transmita por internet, pero Top Latino tenía también el proyecto de hacer algo así por internet, entonces coincidimos, fluyo la energía, y ahora esto es una coproducción, yo quería que sea gratuito en agradecimiento a todas las personas que votaron por mi canción y como el concurso fue a nivel mundial, quería que el concierto pueda llegar de la misma forma.

D.S.: En toda esta experiencia musical, que relación has tenido a los temas de Propiedad Intelectual…

C.C.: Definitivamente, en el entorno de los músicos que conozco, el tema legal es algo indiferente, el gremio no está tan organizado como para estar informados respecto a eso o compartir experiencias sobre el tema.

Con la trova, desde que tengo uso de razón subida a un escenario APDAYC ha estado presente, en el primer concierto en 1994, venía alguien a los conciertos a cobrar (…).

Luego inscribimos en INDECOPI Silvio a la Carta como marca de servicio, porque me encontré un día con una chica en la universidad y me dijo “Chicos, ¿vamos a ver Silvio a la Carta?” y yo no entendía, si nosotros somos Silvio a la Carta y resultaba que era un local que ponía “canciones de Silvio”, “menú de Silvio” y la gente pensaba que era Silvio a la Carta, por eso registramos la marca, porque sentíamos que en cualquier momento, lo podía usar alguien más o algo parecido.

Después, cuando hicimos el encuentro de Cantautoras Peruanas, fue el colmo, ninguna de las cuatro (Daniela Saettone, Magali Luque, Pierina Less y Caroline Cruz) estábamos inscritas en APDAYC, entonces me llamaron (…) fueron al concierto y presionaban al Centro Cultural y les llegaron a pagar, era el 10% de la taquilla y eran taquillas de 2000, 2500 soles, era súper injusto, y entonces yo fui a hablar en APDAYC, para que nos exonerarán porque eran nuestros propios temas, entonces me insistían para que me inscribiera y que si no nos inscribíamos por lo menos teníamos que pagar el mínimo, y cuando pregunté ¿por qué? Me decían que así tenía que ser, que uno pagaba y ellos nos guardaban el dinero para cuando nosotros nos inscribiéramos, sino nos iba a caer una multa y eso iba a ser peor.

(…) Cuando presenté mi disco “Velocidad” también me cobraron. Además, cuando presenté ese disco, el rock no era considerado cultura por el INC y tuve que hacer el trámite, que costó 250 soles, en el INC, para que me dieran un documento donde se certificaba que mi espectáculo estaba calificado como cultural, porque tenía la participación en mis temas de un grupo folclórico, Los Chopkjas, y por eso pude acceder a esa calificación, sino me cobraban el 19% de cada entrada y en APDAYC otra vez tuve que pagar el mínimo y nunca se me devolvió nada.(…) yo voy siempre a negociar el mínimo porque ya me resigné y cuando voy tienen el recorte de mi concierto, son peor que los chacales de Magaly.

D.S.: Sientes que se necesitan plataformas desde las cuales se puedan discutir estos temas, se pueda estar mejor informado, y permitir a los artistas, representarse conociendo ¿cómo funciona el sistema?

C.C.: Es importantísimo, no solo aquí, en cualquier parte, (…) hay una onda medio enrarecida en estos temas (…) hay casos muy malos donde no han recibido nada y han pagado mucho. ¿Por qué no son más claros? No informan adecuadamente, muchos artistas primero firman y después se arrepienten, son historias que son no tan buenas y otras que son de total indiferencia, un poco de resignación también.

Es importante que todos los músicos estén informados, (…) yo tengo años en eso, he ido muchas veces a APDAYC, he estado a punto de inscribirme, me he retractado, he buscado opciones en el extranjero, con poco éxito o poco tiempo y después ya me canso y prefiero estar sola que mal acompañada.

Lo que si debe quedar bien claro es que se necesita una plataforma independiente o parte de una iniciativa académica, algo que sea confiable, que se haga por la música, por los artistas peruanos, necesitamos una protección para poder competir internacionalmente (…) se necesita una plataforma donde se pueda retroalimentar, basándose en casos, experiencias. La música no es un trabajo en solitario es un trabajo más en equipo, así lo siento yo.

Por: Alfredo Lindley-Russo

Ayer estuve con un muy buen amigo mío que regresó de un largo viaje a Sao Paulo. Me trajo de regalo un porta-lapiceros con el emblema del equipo de fútbol CORINTHIANS PAULISTA, muy simpático y que ahora tengo en mi escritorio. “Te traje del CORINTHIANS porque es del equipo en Brasil que más se parece a ALIANZA”, me dice dejando entrever una complicidad mutua que se asienta en la misma afición por equipo del pueblo.

Cuando me dio el porta-lapiceros, ésta estaba en una caja de color negro (color característico del equipo brasilero) que dice en portugués “PRODUTO OFICIAL LICENCIADO” y debajo el emblema del equipo.


Noté entonces que mientras mi amigo estuvo en Brasil viendo jugar al crack internacional Ronaldo (cuya contratación no es nada barata para el CORINTHIANS) su “homólogo” limeño está a punto de perder el estadio Alejandro Villanueva por una cuantiosa deuda a favor del Estado (es decir, a favor de todos nosotros) cuyo cobro le corresponde ejercer a la SUNAT por un procedimiento de cobranza denominado coactivo. O sea, a la mala: arrebatándole el “Matute” (con mecanismos legales, claro).

¡Que no se le perdone la deuda! Eso no. Que la pague completa. Todos pagamos impuestos y ni ALIANZA ni UNIVERSITARIO (que anda en un problema similar… o peor) tienen derecho alguno a dejar de contribuir con el Estado. Pero que se le den algunas facilidades de pago, podría tener algún grado de razonabilidad admisible. ¿Pero cómo pagar?

Bueno estos equipos tienen algo que han explotado comercialmente, pero que podrían explotarlo financieramente. Mi porta-lapiceros usa el emblema del equipo, que no es otra cosa que una MARCA, porque el titular de la misma le ha permitido utilizarla. Por eso dice: “PRODUTO OFICIAL LICENCIADO”. Si no fuera licenciado, sería un producto pirata. Así de simple. Esta estrategia comercial ha venido siendo utilizada por el equipo blanquiazul, pero el ingreso que les genera, al parecer no alcanza para pagar la deuda.

Entonces, es hora de utilizar a la marca como mecanismo de apalancamiento: pedir un préstamo en el sistema financiero para pagarle a la SUNAT otorgando en garantía la marca ALIANZA LIMA. Es una marca que definitivamente tiene un valor y es posible que algún banco esté dispuesto a tomarla como garantía a cambio de una tasa de interés razonable que pueda ser pagadera en el largo plazo con los flujos futuros que obtenga la institución, para lo cual deberá organizar partidos benéficos, licenciar su marca a la mayor cantidad de fabricantes de productos distintos (cada uno de los cuales le den un pago mensual por la licencia) generando no solo camisetas, polos, tasas, pines, lapiceros, pelotas, cuadernos, cubrecamas, etc. sino cualquier otro tipo de productos como platos, adornos, sillas, mesas, biberones, celulares; en fin todo lo que pueda ser fabricado y que pueda servir de merchandising, tal como lo hacen los equipos argentinos, como BOCA JUNIORS o españoles como BARCELONA (que también son los equipos argentino y español que más se parecen a ALIANZA LIMA, respectivamente).

Ahora nos preguntamos: ¿ya se habrá utilizado esta estrategia con anterioridad?, ¿la dirigencia íntima habría honrado su palabra?, ¿hoy por hoy, los bancos están dispuestos a prestarle más dinero a ALIANZA LIMA?, ¿estaremos frente a la criollada limeña del “mañana te pago”?


Por: Alfredo Lindley-Russo

Desde hace un tiempo atrás, algunos médicos estadounidenses, inducen a sus pacientes a suscribir acuerdos en donde se obligan a no postear nada acerca de ellos, pues se había empezado a hacer frecuente que en algunos sitios (como Yelp), se publiquen quejas o críticas, que incluso algunas veces derivaron en demandas por difamación.

Ahora, en forma más evolucionada, los médicos han visto la posibilidad de evitar las críticas públicas por alguna mala praxis obligando a sus pacientes a suscribir un acuerdo que otorgue al médico los derechos de propiedad intelectual de cualquier cosa que pudiera escribir el paciente respecto del médico. De esta forma, si el paciente denunciara públicamente una mala praxis o cualquier aspecto negativo, el médico podría retirar la información inmediatamente alegando una infracción de sus derechos, invocando la DMCA.

En este contexto presentan las primeras discusiones: ¿es posible que el paciente pueda hacer uso de la información bajo una excepción de fair use (uso justo)? ¿Estamos frente a un potencial abuso del derecho de la propiedad intelectual, por parte del médico, en tanto se pretende encubrir una negligencia médica e impide plantear una denuncia pública que le corresponde al paciente en su legítimo ejercicio del derecho a la libertad de expresión?

Es verdad que en algunas circunstancias, ciertas denuncias no van a ser redactadas por los pacientes de manera tal que puedan ser consideradas suficientemente originales como para ser consideradas una obra (y por lo tanto objeto de derechos de propiedad intelectual), por lo que no podrían ser retiradas por el médico. Sin embargo, en los hechos la mayoría de servicios online, quitarían rápidamente el contenido de la denuncia, apenas reciban notificación de retiro por previsión amparada en el DMCA (DMCA's notice-and-takedown provision), esto a efectos de evitar futuras responsabilidades.

8.19.2009

La Ley Sarkozy

Por: Viana Rodríguez

A través de las redes Peer to Peer (P2P), tales como Kazaa, Ares, eMule, se realiza la puesta a disposición del público de contenidos, que pueden ser objeto de la protección de derechos de autor, como música, películas, etc.

La libertad del usuario de elegir el momento y el lugar para tener acceso a dichos contenidos son los elementos característicos de este sistema. Sin embargo, esta libertad también se ha materializado en un intercambio de contenidos sin ningún tipo de reconocimiento económico para los titulares de las obras materia de este intercambio.

Tanto los titulares de derechos de autor como las entidades de gestión colectiva (como serían en el Perú APDAYC, Unimpro, entre otras) llegaron a la conclusión que la mejor manera de controlar este intercambio de contenidos protegidos era solicitando la ayuda de los prestadores de servicios, tales como Telefónica, Orange, Jazztel, etc., para que rastreen las direcciones IP de los usuarios que realizaban descargas y proporcionen los datos personales de estos usuarios para así entablar demandas por la explotación no autorizada de obras.

Esto se ha convertido en la fibra sensible de los enfrentamientos entre los estados europeos y los proveedores de servicios de la sociedad de la información.

Es así que a finales del 2005, Promusicae (Productores de Música de España) demandó a Telefónica ante el Tribunal de Madrid, a fin que le proporcione los datos de los usuarios que realizaban dichas descargas. El Tribunal de Madrid elevó el caso como cuestión previa al Tribunal de Justicia de la Unión Europea, sentenciando éste último que los proveedores de servicios de la sociedad de la información no tienen obligación de identificar a los usuarios del P2P, ya que se trataba de un proceso civil y brindar esa información sólo era obligatorio en un proceso penal. Sin embargo, dejaba abierta la posibilidad a cada Estado Europeo para legislar con respecto al tema y hacer obligatoria la entrega de información en el caso que crean conveniente.

Ante esta posibilidad, en junio del 2008 se promulgó la llamada “Ley Sarkozy” o “Ley Hadopi”, mediante la que se regula en Francia no sólo la identificación de los usuarios de las descargas a través de P2P, sino que plantea la suspensión de la conexión de red de los usuarios que descarguen archivos de manera ilegal, tras dos advertencias dadas por el proveedor del servicio.

Las críticas por parte de la comunidad de internautas fueron y siguen siendo duras, pero varios países de la Unión Europea han decidido seguir el ejemplo del gobierno francés.

Sin embargo, a inicios de junio de este año, el Consejo Constitucional francés censuró la parte de dicha ley en la que se indicaba que una autoridad administrativa podía cortar el acceso de los usuarios a internet, dejando en claro que los únicos autorizados a realizar tal corte serían los jueces. Ante ello, ya se ha presentado una modificación a la ley para salvar justamente su escollo más importante.

Ante todo esto nos queda definir si la erradicación y bloqueo de los sistemas P2P es la solución o si debemos avanzar hacia el reconocimiento del P2P como una excelente herramienta que necesita ser controlada a fin que no atropelle los derechos de autor.

Por: Daniel Sumalavia

Encontré hace poco la noticia que la consultora INTERBRAND sacó un listado con las 50 marcas más valiosas de la región y en dichos listado aparecen 3 marcas peruanas (bueno, dos peruanas y una de capital chileno pero cuya expansión se da desde Perú), en dicho ranking las marcas nacionales aparecen ubicadas en los puestos 24, 34 y 47 respectivamente.

Según informa la consultora global, la suma del valor económico de estás tres marcas asciende a (agárrese) US$ 576,3 millones, que igual es poquísimo comparado con el valor sumado por las marcas de los otros países (Brasil, México, Chile y Colombia) pero que definitivamente lo hará replantearse la idea de que una marca es solo un dibujito o una frase.

Entenderá entonces, que, por ejemplo, cada vez que un logotipo le hace pensar directamente en un producto o servicio determinado, sin necesidad de mucho esfuerzo, ese "logo" está cumpliendo con su objetivo y eso traducido en dinero es importantísimo para un empresario.

Si han llegado hasta aquí se preguntarán ¿En que momento va a decir que marcas erán? pero tranquilo que primero vamos a jugar un poco.

Las tres marcas en cuestión van a ser presentadas con la exclusión de algunos elementos, para que usted trate de adivinar de que empresas se trata, si acierta las tres se dará cuenta de por qué están en el ranking de INTERBRAND:





Efectivamente audaz lector, se trata de dos entidades bancarias BCP e Interbank y el Hipermercado Tottus, como verá la marca es algo más que un juego, ya que podría significarle el reconocimiento de sus clientes y eso tiene un importante valor en dinero.

Si le gusto el juego, lo invito a visitar este sitio español donde puede jugar a adivinar marcas internacionales:


Finalmente, unos varios millones de dólares no creo que les suene a juego.

Por Alfredo Lindley-Russo

¿Han escuchado hablar del "efecto Mozart”(aquí)(aquí)(aquí)? Pues se trata de una teoría bastante aceptada en la actualidad (aunque algunos la cuestionan y la consideran un "mito popular") que propone que la estimulación musical a través de escuchar piezas de Mozart, es positiva para el desarrollo de los niños. La teoría encuentra su germen en el "efecto (o método)Tomatis"(aquí)(aquí)(aquí) desarrollada por el médico otorrinolaringólogo francés Alfred Tomatis, quien a principios del siglo XX, propuso como terapia de rehabilitación dirigida a personas con dificultades auditivas o de lenguaje, escuchar determinado tipo de frecuencias sonoras.

A lo largo del siglo y tras diversos estudios posteriores, el efecto “Mozart” ha logrado cierto nivel de acogida entre la comunidad científica, toda vez que se ha llegado a demostrar que el escuchar la música de Mozart desencadena cambios de conducta (alerta y calma), afectividad (estados de ánimo) y metabólicos (aumento del contenido de calcio y dopamina en el cerebro). Según se ha comprobado, la música del genio musical del siglo XVIII, activa la corteza auditiva del cerebro, las zonas asociadas con la emoción, así como otras áreas del cerebro vinculadas con la coordinación motora fina, la visión y procesos superiores del pensamiento. Al parecer, hay coincidencia entre las altas frecuencias (debido a la presencia de flautas y violines) de la música de Mozart y el funcionamiento del cerebro. Así, la música puede representar una herramienta importante en el proceso enseñanza aprendizaje de los alumnos, sobre todo de los de educación inicial.

Es una suerte que la música de Mozart no cuente en la actualidad con derechos de autor que interfieran con su difusión, lo cual ha permitido que en los Estados Unidos, particularmente, en el estado de Florida, se emita una ley que exige que en las escuelas estatales se escuche música clásica a diario, mientras que en Georgia se haya dispuesto que cada niño que nazca en su estado tenga una copia de música clásica.


Y es que a la muerte de un autor, sus derechos se transfieren a sus herederos por un tiempo determinado (70 años desde la muerte en el caso peruano), luego del cual la obra pasa a formar parte del dominio público. Esto quiere decir que cualquier podría utilizarla siempre que no afecte la integridad de la obra y se indique el nombre de su creador. Esa es la situación de las obras musicales de Mozart en la actualidad.


Pero ¿qué pasa si a alguien se le ocurre registrar todas las obras musicales de Mozart para distinguir cajas musicales para niños, grupos musicales o servicios de producción de obras musicales? ¡éstas dejan de pertenecer al dominio público y regresarían al dominio privado!, otorgándole una exclusividad a favor de quien registró la música como marca auditiva, que además es posible que ni si quiera tenga relación alguna con el autor o con sus herederos. Esto quiere decir que solamente una empresa (quien registró el sonido como marca) podría vender estos productos o prestar estos servicios con la música de Mozart, pues cualquier otra empresa afectaría sus derechos.

Conviene indicar que no existe prohibición expresa en nuestro ordenamiento jurídico que prohibía registrar obras que se encuentren en el dominio público como marcas y que además sí es posible registrar sonidos a título de marca (como la corneta de D’Onofrio o el ring-tone de Nokia). Lo que sí existe, es una prohibición de registro de signos que infrinja el derecho de autor de un tercero. Pero se entiende que ese derecho debe estar vigente y como hemos dicho, al cabo de 70 años luego de la muerte del autor, la obra pasa a formar parte del dominio público.

Si se presentara una situación como la descrita, aunque se nos ocurra considerar que, el registro de la marca sonora constituida por las notas musicales que conforman las piezas musicales de Mozart para distinguir cajas musicales para niños, grupos musicales o servicios de producción de obras musicales; constituye una ventaja funcional para el solicitante de la marca, no estaríamos frente a una prohibición de registro. Y es que si bien nuestro ordenamiento no permite el registro de signos que otorguen ventajas funcionales o técnicas, esta prohibición está referida solo a marcas que constituyan formas, lo cual no se presenta en el caso de las marcas sonoras...

Y peor aun, ¿qué pasa si la obra que se pretende registrar como marca no constituye una ventaja funcional? ¿La figura de la Mona Lisa registrada para distinguir prendas de vestir podría impedir a cualquier tercero que haga uso de esta obra para estamparla en sus polos?

Una interesante salida sugerida por otra Piadosa (Viana) considera que si bien los derechos de autor terminan a los 70 años luego de la muerte de su autor, esto solo está referido a los derechos PATRIMONIALES y no a los derechos MORALES, entre ellos el de paternidad (esto es, el ser reconocido como autor de la obra), los que permanecen vigentes incluso luego que la obra haya pasado al dominio público. Así, la prohibición de registro nunca dejaría de ser aplicable pues si alguien distinto al autor o sus descendientes intentara registrar una obra que se encuentra en el dominio público, estaría infringiendo los derechos de autor de un tercero: en particular, el derecho moral -y siempre vigente- de paternidad. Pero la duda me aborda: ¿y si el signo es solicitado a registro indicando quién es el autor de la obra, se infringe el derecho de paternidad?

De todas formas, creo que en estos casos siempre queda la posibilidad de considerar otras figuras jurídicas, como el fraude a la ley, y sobre esa base, denegar el registro de la marca solicitada, puesto que no es coherente que vía el derecho de marcas se puentee la lógica que encierra al dominio público en el ámbito de los derechos de autor.

Por: Alfredo Lindley-Russo
(El Cangrejo)

Suena mi celular. Abro un ojo. Puteo. Contesto. “¿Aló? ¿Cómo está el mar? Salgo en 15 minutos”. Me levanto. Empaco el wetsuit, una ropa de baño, cojo la tabla y la amarro con el rack, en el techo del auto. Y salgo con rumbo a la playa.

En el camino voy escuchando el CD que me grabé con las mejores canciones de Bob Marley. Me encanta Bob. Tengo toda su discografía en originales y he grabado en un CD las canciones que más me gustan para escucharlas en el carro.

Llego a la Costa Verde. Me esperan los amigos.

- Habla brother. Está bueno el mar.
- Así veo.

Respondo todavía con frío y una flojera típica de las 6.30 a.m.

Saludo a la tía IRMA (que no solo es una institución, sino que su puestito en la playa ya es una marca por sí misma).

- ¡Seño!
- Buenos días joven.

Contesta la persona que probablemente conoce las olas de Pampilla mejor que nadie.
- ¿Tiene revistas?
- Sí. Tengo TABLISTA.
- Déme una.

Vuelvo con mis amigos.

- ¿Y ese longboard? Pregunto.
- Es de un pata que vino de California al campeonato que hubo la semana pasada en Punta Hermosa, y se lo compré.
- Pero está partida y parchada.
- Sí. La rompió un día antes del campeonato el piña.
- ¿Y por qué se la compraste?
- Por que si te das cuenta, está shapeada de una forma muy particular. ¿Vez la parte de debajo en la punta? Tiene una especie de cuchara que facilita hacer hang-ten. No me importa que esté un poco más pesada, lo que quiero ver, es cómo se comporta -su performance- y luego mandarme a hacer una con las mismas características para mí.

- Y si luego resulta ¡hacemos negocio!… (risas)
- No creo que se pueda. El californiano me contó que él había patentado este diseño en Estados Unidos.
- ¿Y en el Perú?
- No. En el Perú no, pero ya no se puede patentar en ninguna parte del mundo, porque ya no es un invento nuevo, ¿no ves que alguien más ya lo creó?
- ¡Ah… ya fue pes!
- Ni creas. Estoy pensando en mejorar el diseño y adaptarlo a otro tipo de olas. Tal vez así, ya pueda patentarlo. Pero yo lo voy a patentar no solo en Perú, sino también en los Estados Unidos, Europa, Australia, Sudáfrica, Costa Rica. De esa forma, podré exportar mi diseño a los mercados más importantes. -me decía mientras enceraba la tabla haciendo pequeños círculos-
- ¡Ya, ya huevón! No me florees tanto y vamos a correr que ahorita comienza a venir más gente… Ta’ mare…
- ¿Qué pasó?
- Se me olvidó la pita.
- Alquila una de la tía pe, caballero. Son tres lucas… ¡Apúrate mientras peino la cera!

El surf está experimentando en los últimos años un gran auge. Pero parece no importarle a nadie, salvo a los propios deportistas. Las playas cada vez están más llenas de gente y las olas comienzan a escasear “el point está crowd” se oye en el argot, cada vez con mayor frecuencia.

Esta vez hemos llegado temprano, pero ya había gente. Para cuando nos dieron las 8.00 a.m. en el mar, ya había llegado una de las escuelitas de surf que han proliferado desde que Sofía Mulanovich ganó el campeonato mundial.

A punto de ingresar al agua hay casi una docena de principiantes. Lo bueno es que todavía no saben correr y no representan una amenaza para los que queremos pasarla bien. Pero con el tiempo, algunos de ellos se convertirán en verdaderos tiburones que pelearán cada una de las olas de la serie.

Un factor importante que contribuyó a esta explosión, fue la victoria de Sofía Mulanovich, que fue seguida por los otros chicos, quienes gracias a la ventana que abrió nuestra campeona mundial, han alcanzado un protagonismo mediático. Así a vemos como muchos de ellos, como por ejemplo Gabriel Villarán, tienen tablas con distintas marcas en ellas y visten ropa surf que son obsequios de sus patrocinadores. Y hasta nos hemos acostumbrado a verlos en publicidades de servicios telefónicos o antigripales.

Nos acercamos a la orilla. Las piedras no nos molestan mucho en los pies porque llevamos botas especiales. Entramos al mar. El agua está fría. Pero el wetsuit nos ayuda a superar el primer contacto con el agua. Entramos. Pasamos casi dos horas ahí. En contacto con la naturaleza y divirtiéndonos mucho, hasta que se escucha a alguno de nosotros decir: “una más…”, y el resto asiente sabiendo que la sesión está por llegar a su fin. Esperamos la última ola y la elegimos con cuidado porque ya no habrá otra, sino hasta la próxima vez…

Mientras me cambiaba cubierto con una toalla en mi cintura que dibujaba el logotipo de BILLABONG en mi trasero, caí en la cuenta que todo el día había estado rodeado por distintos elementos de propiedad intelectual: el celular que me despertó es MOTOROLA, el wetsuit al igual que las botas especiales, son marca BOZ, la ropa de baño QUIKSILVER, la tabla que amarré al auto NISSAN con el rack BLOCK SURF, era marca KLIMAX. El CD de Bob Marley que escuché camino a la playa tenía derechos de autor (la copia que había hecho era legal porque era para mi entorno privado y había hecho la compilación a partir de un CD original) al igual que los textos y fotografías de la revista marca TABLISTA que me vendió la tía. La tabla que utilicé tenía un componente tecnológico que se podía proteger por una patente. La cera marca SEX WAX, el pienie RIP CURL y la pita con la que me la amarré a la pierna XM.

Todo esto, alrededor de un solo interés… de una sola idea: las ganas de surfear.

Alguien fue descubriendo las necesidades de los surfistas y desarrollaron tecnologías, marcas de ropa y accesorios y contenidos protegidos por los derechos de autor. Y a partir de ahí pudieron aparecer los patrocinadores que también tienen sus marcas y la publicidad que además cuenta con derechos de autor. Y ahora comienzan a desarrollarse escuelitas de surf que son identificadas con una marca de servicio y en algún momento se comenzarán a producir videos de tabla didácticos, con contenidos protegidos por derechos de autor, tablas con tecnologías y diseños específicos para la enseñanza, todo ello protegido por la propiedad intelectual.

Para cuando terminé de amarrarme la zapatilla y antes de guardar la tabla en su funda marca ETNIA, agotado por el ejercicio, le sugerí a mi pata: ¡vamos por un SANGUCHON CAMPESINO!

“Only a surfer knows the feeling”, pensé. Y ésta también es una marca registrada.

Por Alfredo Lindley-Russo



Como ya lo ha hecho anteriormente con otros sectores de la economía, Hugo Chávez, ha puesto el ojo al negocio de los medicamentos. Anteriormente, lo hizo con la industria petroquímica (que financia su estrategia socialista), con las telecomunicaciones (que controlan la información) y con la producción de alimentos (que siempre es un asunto de respaldo popular: “pan y circo”). Nótese, que al igual que las tres industrias señaladas, la farmacéutica es también bastante rentable... y popular pues incide en el precio de las medicinas.

Así, el 3 de mayo pasado, Chávez inauguró la planta de producción del SERVICIO AUTÓNOMO DE ELABORACIONES FARMACÉUTICAS (SEFAR) -una empresa del Estado dedicada a la producción de insulina, antibióticos, jarabes y antirretrovirales, "a precios solidarios"- y anunció la aprobación de un crédito para la construcción de la primera fase de un complejo industrial farmacéutico. Pero al parecer, los planes de Chávez de fabricar sus propias medicinas socialistas, ya se habrían topado con algunos obstáculos vinculados con la propiedad intelectual. ¡Le estaban quemando el negocio!

Para no ser muy evidente en sus intenciones, se montó un circo en el programa dominical “Aló, Presidente”. La excusa: la falta de suministro de cartón para LÁCTEOS LOS ANDES, empresa del gobierno venezolano que le pertenece a otra empresa del gobierno (decimos gobierno y no Estado) PETRÓLEOS DE VENEZUELA S.A. (PDVSA). En el programa, Hugo Chávez pregunta al Ministro de Ciencia, Tecnología e Industrias Intermedias, Jesse Chacón, por qué el Estado no producía envases para productos de larga duración. Chacón respondió: “en Venezuela sólo una empresa suiza se dedicaba a este negocio”. "¿Y por qué no podemos nosotros fabricar esto?", insistió Chávez. "Porque la empresa TETRA PAK tiene el control de esa patente y ellos han manejado ese negocio a nivel mundial". Y Chávez, que cuenta con formación castrense, reaccionó. "¿Qué son las patentes? Eso es conocimiento universal". "¿Quién dice que si nosotros aquí podemos desarrollar esta tecnología teniendo aluminio, teniendo madera para el papel, etc? ¿Por qué no podemos hacer esto? Pero es que yo tuve una reunión interesantísima con el ministro Samán al respecto ¿ves? de lo que es la propiedad intelectual y lo que son las patentes. Y le autoricé para iniciar un proceso de cambios que debe llevarnos incluso al tema jurídico, a las leyes". "Nosotros no estamos obligados aquí a subordinarnos a las leyes del capitalismo mundial. Tenemos que romper esa dependencia".

Lo curioso es que la directora general del Servicio Autónomo de Propiedad Intelectual, Arlén Piñate dijo claramente que "la transnacional suiza Tetra Pack no tiene ninguna patente vigente dentro del territorio nacional y ya que el Ministro de Comercio, Eduardo Samán, tiene todo el informe al respecto para que tome las medidas pertinentes. No hay derecho monopólico para fabricar los envases de larga duración u otros productos". Pues, como bien señala, la patente no solo está vencida sino que "estos derechos son finitos y ni siquiera están sometidos a renovación".

El verdadero motivo de la falta de suministro existente, se debe a otras circunstancias atribuibles al propio gobierno de Chávez y que aqueja a todos los demás sectores industriales (incluyendo el sector farmacéutico) que han reportado escasez de empaques y envases por las trabas de la COMISIÓN DE ADMINISTRACIÓN DE DIVISAS (entidad encargada de administrar, coordinar y controlar la ejecución de la política cambiaria del gobierno venezolano) para liquidar las divisas y los certificados para poder importar materia prima.

No es una cuestión de patentes o de capitalismo mundial, sino de intervención en la economía, ¡de estatismo!, ése cáncer que carcome a los países desde adentro. Pero, ¿cómo decirle al pueblo que la ineficiencia se debe al propio gobierno sin hacer notar las debilidades del socialismo? Es mejor que se culpe a alguna empresa “imperialista” extranjera, porque además, eso sirve de excusa perfecta para entrar a regular el tema de patentes y a partir de ahí poder ingresar a la industria farmacéutica. El plan perfecto.

Da lástima ver como un país pasa de ser uno de los más competitivos en Sur América, a ser uno de los menos atractivos y hostiles para la inversión, desde que Chávez detenta el poder. Venezuela sigue enrumbado hacia una futura crisis que será inevitable, cuando –tarde o temprano- Chávez (y allegados) dejen el poder, e indefectible se tenga que entrar a una etapa de reconstrucción nacional.


Por: Alfredo Lindley-Russo

Ahora son Sony, Nintendo y a Apple los que están en la mira de Bandspeed, una compañía especializada en conexiones inalámbricas - WiFi que ha demandado a Sony, Nintendo y a Apple por las consolas PlayStation 3, Nintendo Wii y también el teléfono iPhone 3G, por infringir algunas de sus patentes (específicamente las registradas con N° 7.027.418 y la N° 7.570.614) relacionadas a la "gestión de canales de comunicación inalámbrica usando saltos de frecuencias".

La discusión recién comienza y en caso se considere que sí hubo una infracción, nos vamos a encontrar en la paradoja en que tres de las empresas más grandes que viven de su propiedad intelectual y que luchan a diario contra la piratería, habrían resultado ser piratas. Ya hay un antecedente en este sentido: el caso Microsoft posteado anteriormente… que dicho sea de paso, tal como ocurre en este caso, también se resolvió en un juzgado del estado de Texas.

Los argumentos en el sentido que no se conocía de la existencia de esta patente (que ya han circulado en algunos medios), no es creíble pues –como en el caso de Microsoft- éstas empresas se dedican al desarrollo de tecnologías y cuentan con personal capaz de identificar este tipo de situaciones. Que se confunda el personal de una empresa, ya es bastante, ¿pero de las tres? Mmmm…


Lo que sí llama la atención es que cuando las empresas demandadas solicitaron las patentes respectivas para sus productos PlayStation 3, Nintendo Wii y iPhone 3G (estamos seguros que alguna patente tuvieron que solicitar), la autoridad no haya notado la existencia de esta patente previa a favor de Bandspeed…

Por: Alfredo Lindley-Russo

¡UY CURUJU! Esa debió ser la expresión que soltara Bill Gates o los abogados de Microsoft, cuando un juzgado de Texas sentenció luego de casi tres años de litigio, obligando a Microsoft a indemnizar con 200 millones de dólares a favor de la empresa i4i por los daños causados al violar una de sus patentes (la N° 5.787.449) que permite abrir un documento del estándar abierto XML en otros programas, con el procesador de textos Word en sus versiones 2003 y 2007. Asimismo, el juzgado señala que se tendrá que pagar 40 millones por la violación de la patente con conocimiento, además de los intereses correspondientes (37 millones). Habrá que ver si Microsoft recurrirá la sentencia. Pero en cualquier caso, deberá modificar los parámetros del Word versión 2010 o llegar a un acuerdo económico con i4i para poder comercializar la tecnología que le pertenece por patente.

Es extraño que una empresa tan grande como Microsoft dedicada al desarrollo de software y tecnologías, que cuentan con personal capacitado para identificar los derechos ajenos y que no es novata en materia de propiedad intelectual, incurra en este tipo de infracciones. Al final, una de las empresas más grandes del mundo dedicada al desarrollo de creaciones protegibles por elementos de la propiedad intelectual (marcas, patentes, diseños industriales, modelos de utilidad y derechos de autor) y que luchan a diario contra la piratería, ¡resultó ser también pirata!

¿Será acaso que las propias compañías que viven de la propiedad intelectual, en el fondo reconocen que algunas medidas que se adoptan “en nombre de la propiedad intelectual” podrían constituir una barrera al desarrollo…?