Por: Viana Rodríguez


Mi amiga M entró a mi casa con su laptop bajo el brazo, se sentó en el sofá, abrió su laptop y señaló la pantalla varias veces diciendo: “¿Qué pasó?, ¿qué he hecho?, ¿qué han hecho?”.


Miré la pantalla por compromiso, mientras me preparaba a decirle que yo de computadoras sé lo mismo que de energía nuclear, pero que acá al lado vive mi amigo Chicho que es ingeniero de sistemas… y en eso lo vi. No me estaba señalando un desperfecto de la computadora, sino el video de su último viaje colgado en Youtube. Las imágenes corrían perfectamente, pero el video no tenía audio y debajo de éste figuraba el siguiente mensaje: “Este video contiene una pista de audio que no ha sido autorizada por todos los titulares de los derechos de copyright. Se ha desactivado el audio.”


Volteé a mirar a M y entendí su preocupación: un video de más de 100 fotos sin música iba a ser un plomazo.


- ¿Qué música le pusiste, M? – dije yo.

- Jamiroquai. ¿Me pueden hacer eso?


Sí, Youtube le puede hacer eso a M, ya que como parte de sus políticas por satisfacer los requerimientos de las discográficas, puede dejar sin sonido los videos que utilicen música protegida por derechos de autor, sin la autorización de sus titulares.


Sin embargo, hace pocos días y gracias al útil dato de mi amigo K (¡gracias K!), descubrí la solución al problema de M: Youtube y la empresa Rumblefish (que es una empresa que provee música licenciada) han creado el programa Friendly Music.


Con Friendly Music los usuarios de Youtube pueden comprar una canción del catálogo de Rumblefish por US$ 1.99. Aquí ustedes dirán ¡qué caro, iTunes la vende por mucho menos!. Entonces, ¿cuál es la novedad de Friendly Music? Pues que por US$ 1.99 no sólo estoy comprando la canción, sino también la licencia para usar esa canción por el resto de mi vida en cualquier video que yo haga, lo que me da la total tranquilidad que Youtube jamás me lo va a silenciar.


Con esto se ahorran considerablemente los costos de transacción y se ofrece a los usuarios la posibilidad de utilizar música de modo legal. Y si bien el catálogo es reducido, espero que muchos titulares vean el potencial de esta modalidad y se animen a licenciar su música de esta manera.

por: Daniel Sumalavia

"AFRICA CALLING, Feel the Global Rhythm". Esta frase se puede leer en una de las etiquetas de un polo oficial de la Copa Mundial Sudáfrica 2010, pero lo más importante es que se trata de un producto peruano.

Es que, como ya comenté en un post anterior, la frase "2010 FIFA World Cup South Africa", el emblema oficial del mundial, la mascota Zakumi y el trofeo de la copa del mundo, son marcas registradas de la FIFA y los diseños, obras protegidas por el derecho de autor a nombre de la misma, lo que significa que ninguna de ellas puede ser utilizada sin la autorización y la licencia expresa de la FIFA.

Es por eso que las empresas en el Perú que han logrado obtener algún tipo de las referidas licencias, hacen mucha propaganda al respecto. Por ejemplo, y volviendo al polo que les comentaba al comienzo, este fue manufacturado en el Perú por Peruvian Sourcing Group S.A.C. y utilizando el logo oficial del mundial de fútbol 2010 y la inscripción "Official Licensed Product" en la etiqueta. Dichas prendas (polos, casacas, poleras, etc.) se pueden adquirir en la denominada"Tienda Oficial de la Copa Mundial de la FIFA SUDÁFRICA 2010" (siendo dicha frase también una licencia otorgada por la FIFA) a Saga Falabella.

Una licencia es una autorización para el uso de una marca (por ejemplo, a traves de una franquicia u otro tipo de licencias de uso), obra u otro elemento protegido por la propiedad intelectual. Dicho uso se da a través de un contrato que contiene las limitaciones, condiciones y plazos para el uso de la misma, siendo por ello muy importante tener conocimiento de cómo aprovechar la titularidad de un derecho generado por la Propiedad Intelectual, ya que comercialmente puede ser un interesante negocio tanto adquirir una licencia como otorgarla.

Últimamente la fiebre del mundial está por toda la cuidad y muchos locales intentan utilizar esta fiesta deportiva como un gancho, pero deben tomar en cuenta que no se pueden usar los símbolos, logos, la mascota, el trofeo o la frase "Copa Mundial de la FIFA Sudáfrica 2010", sin antes contar con una autorización expresa de la FIFA, ya que esto sería una violación de los derechos que le corresponden. Claro que el uso de la bandera de Sudáfrica, el nombre del país o la palabra Mundial por sí sola no generan mayor inconveniente.

Lo mismo sucede con la transmisión de los partidos por televisión: Los derechos de reproducción son licenciados por la FIFA con ciertas limitaciones territoriales. En el Perú, ATV está transmitiendo de los partidos para el territorio nacional, mientras que por ejemplo, el canal "TyC Sports" (canal argentino por cable) tiene la siguiente declaración durante su programación:

"TyC SPORTS informa a sus televidentes de Latinoamérica que por limitaciones territoriales de los derechos televisivos, las imágenes del mundial de fútbol Sudáfrica 2010 no pueden ser emitidas fuera del territorio argentino."

Por lo qué al sintonizar dicho canal, estando en el Perú no se pueden ver los partidos, ya que ponen esta declaración a pantalla completa y luego repiten programas pasados.

Tener una licencia de una marca internacional puede generar grandes ventajas, sobre todo si se trata de elementos tan globales como los del ejemplo. Fortalecer una marca, tenerla registrada y darle un posicionamiento importante puede derivar en la posibilidad que su marca sea la que pueda ser licenciada en otros países, quién sabe y usted podría tener en sus manos una marca "goleadora".

por: Alfredo Lindley-Russo

Anoche estuve en el concierto de Joaquín Sabina: "Este no será un concierto cualquiera, porque esta no es una ciudad cualquiera", dijo. No se equivocó… Y mientras su prolija crítica poética contra las “mentiras que ganan juicios tan sumarios que envilecen el cristal de los acuarios de los peces de ciudad, que mordieron el anzuelo, que bucean al ras del suelo, que no merecen nadar…” me conducía hacia un sempiterno trance, del cual todavía no he podido escapar en esta mañana, me pregunté: ¿Qué tienen en común Joaquín Sabina y Thomas Jefferson?

(…)

Jaime Bayly: "(...) En esto, mira, yo te admiro porque tú nunca has hablado mal de los piratas"

Joaquín Sabina: "Pero como voy a hablar mal de los piratas, si el barco pirata del pobre que vende mis discos piratas en Lima es una mierda comparado con el transatlántico de la multinacional que edita mis discos legales, y que esos si que me roban” (risas) “(...) pero además, qué sería de nosotros si tus libros y mis discos no los vendieran los piratas, quien carajo los iban a comprar (risas), a los precios que están...

Esta fue la primera entrevista el Francotirador que le hiciera al cantautor español en el año 2006, cuando estuvo de visita por Lima. En ella, Sabina comenta lo que es producto de su propia experiencia: las grandes editoriales y productoras son las que realmente se benefician con los derechos de exclusiva que brindan lo que se ha denominado derechos “de autor”, que a veces más parecen ser derechos “del productor”.

En la misma línea de pensamiento, y en una entrevista posterior (2009), Sabina postuló que “las canciones no son de nadie, en el momento en que se publican son de la gente, de quien las cante” Ayer lo demostró cuando compartió las suyas con las casi 8000 almas enamoradas de su prosa.

(…) No veo una peseta de derechos de autor. Cuando me separé de la madre de mis hijas, se quedó con todos los derechos de autor, así que yo vivo de los conciertos" No creo, entonces, que le haya molestado mucho a don Joaquín, que en la puerta del concierto (incluso dentro del mismo Jockey Club) se estuvieran vendiendo CD y DVD presumiblemente piratas... "Menudo miserable sería si me quejara, yo, que toda mi aspiración era ser profesor en Úbeda y dedicar los fines de semana a escribir la gran novela. No seré yo quien se queje de las descargas.
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Por eso aplaudí cada una de sus canciones hasta que las manos me fueron ardiendo, y luego… continué aplaudiendo más fuerte… porque la mejor recompensa de todas, el reconocimiento, le es merecida por ser el gran dinosaurio de la bohemia.

¿Y Thomas Jefferson?

Con palabras distintas a las de Sabina, pero en el mismo sentido, uno de los Padres Fundadores de los Estados Unidos de América, Thomas Jefferson (gran político y estadista, autor, arquitecto, educador e inventor), consideraba que no se debía restringir la libre difusión de ideas, pues al ser universales deben alcanzar a todo el planeta para la instrucción moral del hombre y el mejoramiento de su condición. Siendo el un beneficiario directo de las creaciones intelectuales, públicamente consideraba que la función del gobierno en esta materia era diseminar la información útil para los ciudadanos, en lugar de asegurar ganancias para los innovadores (y al igual que Sabina, él era uno).

El cuestionamiento actual de los Derechos de Autor:

Ahora bien, la idea que sustenta la existencia de los derechos de autor (por lo menos, la más conocida, pues ciertamente no es la única) es que los derechos de exclusiva sirven de incentivo a la creación. Para nosotros este no es argumento: Cervantes y Shakespeare no gozaron de esos derechos cuando escribieron las obras cumbres en español e inglés, respectivamente. Además, ¿cómo si una protección de 70 años luego de la muerte del autor (que beneficia a sus herederos), constituye un incentivo para que el autor (¡que ya está muerto!) siga creando nuevas obras?
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Thomas Jefferson, en cambio, sí admitía que el progreso en las ciencias podía incentivarse asegurando por un tiempo derechos exclusivos, pero eso sí: le preocupaba la extensión del plazo de duración de estos derechos.

Algunas premisas básicas de la teoría económica:

1. La Economía: busca asignar de manera eficiente recursos ESCASOS.

2. Los bienes públicos (como el aire que respiramos): se caracterizan por sus ALTOS COSTOS DE EXCLUSIÓN y por su CONSUMO NO RIVAL. Por lo tanto, lo eficiente es no asignar titularidades exclusivas sobre dichos bienes, pues aunque este sea utilizado libremente por todos, jamás se extinguirá (consumo no rival), mientras que por el otro lado, evitar que otros lo usen es costoso (altos costos de exclusión). Siendo entonces que no existen incentivos para su creación por parte de los privados (de ahí que se le considere a los derechos de autor como incentivos a la creación).

3. Los bienes privados (como una manzana): se caracterizan por sus BAJOS COSTOS DE EXCLUSIÓN y por su CONSUMO RIVAL. Por lo tanto, lo eficiente es asignar titularidades exclusivas mediante derechos de propiedad, pues el bien solo puede ser utilizado por una sola persona antes de quedar agotado (consumo rival), siendo que los costos de hacer que nadie más lo use, menores respecto de los bienes públicos (bajos costos de exclusión).

4. Las creaciones intelectuales protegibles por los derechos de autor, son BIENES NO ESCASOS pues la imaginación es infinita… y si no me creen pregúntenle a Sabina y sus cientos de canciones (todas increíblemente bien escritas). Además, su consumo es NO RIVAL. Ayer mismo fuimos algunos miles de personas escuchando las mismas obras musicales y éstas “alcanzaron” para todos sin que "Calle Melancolía" haya quedado agotada. Finalmente, sus COSTOS DE EXCLUSIÓN SON ALTOS, pues me hubiera sido muy difícil evitar que quien estuvo a mi lado no escuchara "Princesa" e incluso que la coree. Thomas Jefferson, quien creía en la libertad de las ideas y en los peligros inherentes a la restricción de su aplicabilidad, decía: “Aquel que recibe conocimientos de mí, recibe conocimientos él sin disminuir los míos”.

Ergo:

1. Las creaciones intelectuales son (desde la teoría económica) bienes públicos por definición.
2. En ese sentido, de existir derechos de exclusiva sobre ellos, se genera escasez donde no la hay (objetivo contrario al de la economía).
3. Por lo tanto, las condiciones y términos de su existencia deberían revisarse.

Concluyendo:

Así, encontramos que tanto Thomas Jefferson como Joaquín Sabina tienen algunas ideas que eventualmente impactan contra el sistema de derechos de autor, tal como se concibe hoy en día. Aunque, la verdad, es que me genera cierta suspicacia el hecho que Sabina, quien luego de recibir un triple disco de platino por la venta de su disco “Vinagre y Rosas”, repentinamente se dio cuenta de que “mucha gente está empezando a no poder vivir de la música”, por lo que ha declarado: “Yo nunca he firmado una cosa contra la piratería porque me parecía que si yo fuera joven y no tuviera pelas también me bajaría cosas, pero ahora me estoy empezando a posicionar porque la cosa está empezando a ser especialmente grave”.

Tiene razón y por eso, tal vez sería bueno revisar a nivel multilateral la legislación de esta materia y replantearla adecuándola a los nuevos tiempos. No es que esté en contra de la protección de obras, sino en contra de un sistema ineficiente. Dicho de otra manera y usando las palabras que en otro contexto dijo el añejo pero vigente poeta español en la misma entrevista con Bayly: "Amo la droga pero detesto a los drogadictos".

Lee más sobre la PI y la teoría económica aquí.